Capítulo 1
El juicio, el juez y los letrados
(El juicio simulado comienza con la presentación del juez F. M. Rutherford y de los letrados de la
acusación, el Sr. G. Hunt KC, y de la defensa, el Sr. J. Klein. El acusado, el caballero
francés medieval Geoffroi de Charny, comparece y se declara "no culpable" de dos cargos. La acusación
y la defensa abren sus causas y se explica brevemente la datación por radiocarbono).
En un comunicado de prensa, la Facultad de Derecho de la universidad declaró que el
prestigioso proyecto de la Sábana de Turín había sido un tesoro para los académicos,
pero que solo había tenido un impacto fragmentado en el gran público
mundial, con aspectos de la autenticidad ahogados en una considerable
cantidad de opiniones. El informe del proyecto afirmaba que no se había establecido ninguna prueba "
más allá de toda duda razonable" que explicara cómo se formó la imagen de un
hombre crucificado en la sábana. Añadía además que,
puesto que la universidad era ampliamente conocida por su actividad investigadora,
la cuestión de la autenticidad debía ocupar un lugar central mediante la presentación de
pruebas ante un jurado de doce personas, en un proceso penal en el que el
acusado, el caballero medieval Geoffroi de Charny, sería el principal sospechoso.
El comunicado concluía señalando que un juicio de tan amplia difusión
situaría la carga de la prueba en la acusación para establecer que la sábana no es
auténtica "más allá de toda duda razonable".
El Consejo continuó con un comunicado a la comunidad de la ciudad de Los
Ángeles, anunciando un juicio simulado de dos días que se organizaría en el campus y que
podría explicar cómo la imagen de un hombre crucificado en la sábana se relacionaba con la
resurrección de Jesús, cribando la evidencia académica junto con la Biblia.
Se invitó a un equipo de expertos de renombre a declarar bajo juramento para explicar por qué la sábana ha dejado una impresión tan confusa y fragmentada, a pesar de la investigación realizada por los científicos de STURP.
Los primeros interesados compraron entradas para el evento a los pocos días
del anuncio oficial, a través de los canales de noticias, del inminente juicio;
las plazas disponibles se agotaron rápidamente. En cuanto se abrieron las puertas de este
curioso juicio de dos días, los asistentes afluían a la recepción